Micro-learning. Brevedad y variedad


Nuestra capacidad de concentración parece estar disminuyendo dramáticamente. La Tecnología, especialmente la inclusión de Internet en nuestras vidas, está influyendo decisivamente en ello. Conseguir más de diez minutos de atención puede convertirse en una tarea imposible en formación, en todas las edades y contextos.

Esto puede ser un buen punto de partida para desarrollar un modelo eLearning eficaz: diseñar recursos formativos breves, de diferente tipología, que aborden cada uno de ellos un objetivo de aprendizaje concreto.

De esta manera conseguimos mantener la motivación y el interés del alumno mientras permanece abierta su “ventana de atención”Se ha comprobado que el tamaño y duración del contenido formativo también tiene un impacto en el recuerdo. Las “sesiones cortas” se recuerdan mejor. Hacer que una experiencia de aprendizaje sea memorable, tiene mucho que ver con evitar la sobrecarga de nuestra memoria.

En el diseño de estas pequeñas piezas de conocimiento tenemos que referirnos a la variedad de medios y también a la adaptación a diferentes formatos de entrega. El vídeo, el audio, las simulaciones, los cuestionarios, las actividades, los casos, los tutoriales… formatos diseñados específicamente para cada contenido y objetivo.

Desde el punto de vista del desarrollo de estos recursos debemos diferenciar entre “micro-learning” y “rapid learning”. Aunque a veces van de la mano, el “rapid learning” es un método para generar contenido formativo on-line en poco tiempo, pero puede ser un curso que aborde muchos objetivos formativos y se “empaquete” como una unidad indivisible. Puede no ser “micro-learning”.

El “micro-learning” tiene una importante implicación: la confluencia cada vez mayor de la formación y los modelos de gestión del conocimiento.

Además es una importante palanca para el aprendizaje a lo largo de la vida y para que las últimas tendencias en formación y desarrollo se conviertan en una realidad:

  • El aprendizaje móvil: con la entrega de estos recursos a través de dispositivos móviles, facilitando el acceso ubicuo al contenido.
  • La personalización y el aprendizaje adaptativo: podremos “construir” el itinerario que mejor se adapte a las necesidades de cada alumno si tenemos posibilidad de ensamblar piezas separadas.
  • El apoyo al rendimiento en el trabajo, para abordar tareas o actividades concretas, resolver problemas del día a día.
  • La posibilidad de integrar en el modelo el contenido generado por el usuario en contextos “sociales” de formación o de trabajo.
  • En modelos de aprendizaje experiencial donde el contenido se convierte en un recurso de consulta para llevar a cabo las actividades propuestas.

Aprendizaje y trabajo, cada vez más enlazados

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